Ya no es ninguna novedad que los Vehículos Eléctricos (EV) y los Vehículos Híbridos (HV) están generando un futuro más sostenible, limpio y eficiente. Los grandes fabricantes están cada vez más centrados en este mercado, que ha evolucionado de forma espectacular. Europa, EE.UU. y China son responsables del 90% de la producción mundial y son los primeros lugares donde se espera que se produzca el punto de inflexión.
A pesar de ser una industria exigente y rigurosa, sin mucho margen de error, los desafíos para los laboratorios de validación de automoción nunca han sido tan altos y exigentes.
El desarrollo de vehículos es un proceso muy complejo a diferentes niveles y que consta de varios pasos, desde determinar y evaluar mercados hasta diseñar una simple llanta o asiento. Existe una gran necesidad de gestionar y de alguna manera conectar todos estos pasos de forma lógica. Por ejemplo, el sistema utilizado por General Motors para interactuar entre estos niveles es el enfoque de arriba hacia abajo. Este enfoque comienza desde arriba, centrándose en las solicitudes de los clientes y las empresas sobre el vehículo y el propio fabricante del vehículo.
Al evaluar estas etapas, es inevitable concluir que la vida de los fabricantes de automóviles es extremadamente exigente y requiere altos niveles de rigor. En el contexto actual, cada vez hay menos tiempo para cometer errores. Un paso en falso o un lanzamiento de EV o VH menos exitoso puede dictar el futuro y su propio “valor de marca” en nuevas tecnologías. Por estos motivos, la fase de validación de EV y HV es fundamental para su éxito en el mercado. Sin embargo, nuestra experiencia en el uso de estas tecnologías es todavía limitada en comparación con la de los vehículos de combustión.
Falta de conocimiento y experiencia en la validación de vehículos eléctricos e híbridos.
La fase de validación del vehículo, después de ser diseñado según las necesidades y expectativas de los potenciales consumidores y de los propios fabricantes, es una de las fases más importantes y con mayor relevancia en el producto final. Es un proceso de selección cuidadoso y subjetivo que se utiliza para evaluar y determinar las pruebas y ensayos que pueden revelar las debilidades más graves y proporcionar la información más interesante sobre el rendimiento del vehículo. Los métodos de validación se centran en cuatro pilares: Seguridad Activa, Seguridad Pasiva, Comodidad y Funcionalidad.
En cuanto a la Seguridad Activa y Pasiva, poco o ningún requisito de validación del Programa Europeo de Evaluación de Vehículos Nuevos – Euro NCAP ha cambiado.
En la gran mayoría de fabricantes y laboratorios de validación los mayores retos surgen en el Confort y Funcionalidad del vehículo. La primera nota se refiere a la ausencia de ruido del motor. Se volvieron más silenciosos, los “ruidos parásitos” se hicieron prominentes en los vehículos, lo que obligó a los fabricantes a mejorar la calidad de los componentes interiores de los vehículos. A su vez, los laboratorios de ensayo/validación han desarrollado nuevos métodos con mayor precisión y eficacia en la detección de ruidos parásitos.
Cada vez queremos vehículos con más espacio en el interior, por lo que los fabricantes, en algunos casos, sacrifican el diseño exterior para conseguir el espacio adecuado en las plazas delanteras y traseras. Esta amplitud permite a los ocupantes sentarse cómodamente en cada asiento sin sentirse incómodos. Lo que se puede comprobar es que el habitáculo del vehículo avanza hacia un lugar cada vez más habitable con las comodidades que tenemos en nuestros hogares. Se incorporan cómodos asientos con sistemas de refrigeración, controles de instrumentos más ergonómicos para un uso más fácil, entre otras comodidades.
Todos los cambios que queremos para los vehículos del futuro pasan también por el cambio del tipo de combustible. Esto justifica los elevados precios de los vehículos eléctricos y VH, ya que los fabricantes se ven obligados a mejorar los componentes, lo que implica fuertes inversiones en pruebas, validación y pruebas de los propios vehículos.
Anticipándose a estas necesidades, LABAUTO viene invirtiendo en infraestructuras de laboratorio y recursos humanos cualificados, que le permitan dar una respuesta adecuada a los fabricantes de la industria de la automoción ante los retos que afrontan actualmente en la validación, ensayo y ensayo de EVs y HVs.
IPAC – Instituto Portugués de Acreditación, reconocido con la acreditación ISO/IEC 17025 LABAUTO, con sede en Monção, se dedica especialmente a realizar pruebas en la Industria Automotriz, con gamas de pruebas especializadas para las próximas generaciones de vehículos, más inteligentes, autónomos y sostenibles.